Es probable que el paso a secundaria implique un cambio de centro, de compañeros y de profesores, lo que supone un cambio importante para el ciclo educativo de los niños/as que pasan por este periodo.
Para cualquier persona, un cambio implica ciertos niveles de estrés, pero, en este caso, teniendo en cuenta que se trata de la pre-adolescencia, añadido a todos los cambios físicos, fisiológicos, hormonales, y como no, psicológicos, nos encontramos ante un periodo crítico en la vida de nuestros hijos. Para ello es importante saber cómo acompañarles adecuadamente, para que esta variación sea lo más llevadera posible, además de ser una oportunidad para muchas cosas nuevas.Consejos prácticos para que las familias puedan acompañar al adolescente en la transición de primaria a secundaria y no desistir en el intento:
1. Valorar el cambio desde el punto de vista positivo: como un avance, oportunidad, madurez y evolución del menor. Para ello es importante dar mensajes de ánimo y esperanza, elogiando sus capacidades y competencias.
2. Conocer las nuevas instalaciones. Para ello hay que hacer la visita acompañados del menor, para que también tengan oportunidad de ver el ambiente, conocer a algunos de los profesores… Conviene que padres e hijo/a visiten la página web del centro con una actitud curiosa y positiva, para que puedan conocer las instalaciones, asignaturas, docentes, actividades… y se sienta motivado con el nuevo cambio.
3. Sería interesante poder realizar anticipadamente el traslado como lo hará el menor todos los días (coche, autobús, tren…), para que pueda familiarizarse con en trayecto. Es importante que el primer día pueda ir confiado, tranquilo y seguro.
4. Contactar con personas afines al centro. Conviene tomar contacto con posibles personas que ya hayan ido a ese centro, y tener datos de primera mano sobre el funcionamiento del centro, o quedar con las que sepamos que van a ir el próximo curso, que conozcan, aunque no fueran personas con la que solían tener mucho trato. Es una oportunidad para nuevos encuentros y amistades.
5. La salud general es importante en esta etapa: la alimentación, sueño adecuado (más del 80% de los adolescentes duermen menos horas de las recomendadas), practicar un deporte, realizar una revisión general en el centro de salud, así como cuidar la higiene general del menor.Es muy importante la actitud que los padres tomen frente a este cambio, y que sea transmitido con calma y motivación, y que, por supuesto haya consenso y buen ambiente entre los diferentes miembros de la familia. No conviene alterarnos y presionar a nuestros hijos, nuestra actitud va a determinar su manera de funcionar y evolucionar en la sociedad, y por lo tanto, en el mundo. Conviene normalizar los cambios y valorarlos como retos, posibilidad de seguir evolucionando y como una oportunidad para que muchas cosas nuevas y positivas lleguen a la vida de nuestro (pequeño) hijo/a.